jueves, 24 de septiembre de 2015

Reciclando un bote de Pringles

Hola chic@s!!

Después de una larga temporada "out", de nuevo me decido a retomar el blog e ir compartiendo con vosotr@s todas las "pikicosas" que voy realizando.
Pikicosas surgió como un estado de ánimo positivo. Como una terapia "rejuvenecedora" para borrar las arrugas de cada día. Así sigue siendo. Me confieso adicta a "hacer" y a "crear", o "culillo de mal asiento" como diría mi madre.

Quisiera destacar que todas son cosas que voy sacando de aquí y de allá, dejando que la imaginación siga su curso y tomando la creatividad como aliada. No tengo títulos, ni cursos hechos, ni más teoría que la que voy investigando por la red y la que mis manos y mi mente me van ofreciendo.

Posiblemente algunas cosas no obtengan el resultado deseado, pero la mejor manera de aprender es equivocarse ,¿quién me habrá enseñado esta frase jejeje ;)...

Hace unos días una amiga me dio un envase de patatas Pringles y me dijo "a ver qué haces con esto". Yo que soy muy obediente y que me gusta más experimentar que al tonto un lápiz, como suele decirse, me lo llevé a casa.

Anoche decidí retomarlo y con lo que tenía al alcance, restos de otras manualidades, me puse manos a la obra. Aquí tenéis el resultado. Más abajo os explico un poco cómo lo he hecho.




Materiales utilizados:
  • Envase de patatas Pringles
  • Papel especial para decoupage
  • Servilletas decoradas
  • Barniz-cola especial para decoupage (también puede servir Alkil)
  • Pincel o brocha fina
  • Cinta de rafia (yo utilicé una rosa que tenía y la pinté con rotulador dorado
  • Pistola de silicona
Proceso:
Lo primero que hice fue pintar el envase con pintura acrílica blanca para que el fondo del envase no se viera. A pesar de que en un principio sólo quería decorarlo con las flores de las servilletas, recordé que tenía algo de papel para decoupage que me sobró de un trabajo anterior y decidí utilizarlo. Hice trocitos pequeños y los fuí pegando en el envase con la ayuda de la cola. Una vez todo cubierto tocaba esperar a que se secara.
Mientras separé las distintas capas de la servilleta y tomando la capa decorada, recorté las flores que me interesaba para aplicar al bote.
Una vez seco el envase (que no tarda demasiado) procedí a pegar las flores con el barniz con cuidado de no romperlas pues es fácil que la servilleta al mojarse se rompa.

Para darle un acabado más rústico cogí una cinta de rafia rosa que tenía arrumbiada y la pegué alrededor de la base y en el borde de la tapadera. Luego la pinté con un rotulador dorado para que coincidiera con la tonalidad del bote. Et voilà!

Pero... como me suele pasar... ya que estás... cogí un botellín que tenía guardado y experimenté la misma técnica sobre cristal...  Ea, ya tengo florero para colocar una hermosa flor!!

Espero que os guste el resultado y que os animéis a hacerlo.

Reciclar puede ser divertido





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